23.2.09

El cazador cazado


Cayó en su propia celada.
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Tanta montería y tanto descaste que al final terminó abatido por su propio cinegetismo. Pobre zorro perseguido, los ladridos de los que desprotica eran de los perros de su propia ralea, de los que ladraban por no poder morder (perro no come carne de perro).
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España no se merece un Gobierno que mienta, ni un Ministro con menos papeles que una liebre (dicho popular entre los cazadores que no tienen en regla la licencia). Algunos osados dirán "se ha hecho justicia", pero basta con darse una vuelta por cualquier Juzgado y constatar que sigue vigente la canción de Julio Iglesias.

1 comentario:

Tigretón dijo...

Desgraciadamente queda más de que cazó furtivamente (y ya es grave), que la posible relación judicial-ejecutivo que haya podido salir de la cacería. Cierto es que de momento es lo único que se ha demostrado, que cazó sin licencia. Es que donde "El Mundo" pone el ojo... (refrán cinegético)

No sé si la vida sigue igual, porque realmente... ¡porque queremos la vida en colores, coño! Perdón me ha salido coño, y quería decir ¡pijo!(que "salao" es este diputado electo por Murcia)

Hoy a hablar del Oscar a Pé y ya está, ya tenemos la vida en colores, no pasa nada...