17.2.08

Salva a la animadora, salva el mundo


No diré sus nombres para respetar su intimidad, pero este fin de semana he enganchado a unos neófitos a la serie "HEROES". Digamos que han sufrido una desvirgación heróica.
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Ya he hablado en otras ocasiones por aquí sobre las series americanas de TV de última hornada, de los hermanos presos que dejan de serlo y vuelven a serlo y..., de los de la isla misteriosa, o de todas ellas en general con la excusa del descubrimiento de "Lost room" y de "Carnivale", series, en definitiva, de indiscutible calidad técnica e interpretativa y dando una nueva vuelta de tuerca todas ellas al concepto no sólo de entretenimiento televisivo, ahora que parecía que Internet, la caja lista, había acabado con la caja tonta, sino al de "enganche", pues si todas las series de última generación guardan un elemento en común es precisamente ese, el de conseguir que el aficionado (no ya mero espectador o televidente) no se pierda un episodio, dando incluso lugar a que los MUY aficionados se bajen de la red episodios aún no emitidos en España, con lo que una vez más Internet vuelve a ser no un fin en sí mismo sino una herramienta muy poderosa, el medio para ver una serie de televisión... antes de que la emitan (en España).
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Como únicas excepciones a esta pauta de continuidad obligada quedarían "House", "Shark" y similares, en las que a pesar de haber un hilo conductor de fondo no es imprescindible ver todos los capítulos y además en el orden establecido. Me refiero a series como "Perdidos" o "Prison Break", en las que dejar de ver un capítulo equivale a una catástrofe de proporciones épicas.
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Así que eso es lo que ha pasado, que unos pobres e inocentes incautos han sido inoculados con el virus de la S esa rara con los dos palitos para un lado y un palito para el contratrio, que luego resultó ser una mezcla de dos caracteres kanji y que según Ando, el inseparable compañero de nuestro querido Hiro Nakamura significa... ah, que no habéis llegado aún a esa parte...
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El sábado tomaron una ración inicial consistente en el primer episodio... pero claro, como a continuación venía el segundo, y luego el tercero... pues así hasta que a las 4 de la mañana lo dejamos en el capítulo 7, con uno de los iniciados que llevaba ya un par de capítulos en modo gato.
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El domingo me llamaron antes de que terminara de comer. Que no me entretuviera mucho con el postre, que me esperaban para terminar de ver la serie.
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Llegamos hasta el capítulo 13. Y uno de ellos lo vimos desde el ordenador porque daba algún tipo de error y desde el disco duro portátil conectado a la tele no permitía verlo.
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Lo dejamos ahí porque yo no llevaba más capítulos en el disco duro portátil, así que los tengo que se les hacen los dedos huéspedes esperando con ansia mala la próxima dósis de "HEROES", que espaciaré convenientemente para que no se atraganten con los 10 capítulos que les queda por ver de la primera temporada y con los 13 que de momento componen la segunda.
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Aunque artistas como Alex Ross se encargan de recordarnos quienes son los auténticos héroes en este mundo moderno, es comprensible que una historia como la que cuenta esta serie consiga interesarnos tanto. A fin de cuentas, y quizá siguiendo un poco la línea iniciada por la película de M. Night Shyamalan "El protegido", estamos asistiendo a la reconstrucción de lo que podría suceder en el mundo real si alguien tuviese superpoderes. Tendría que aceptarlos, aprender a vivir con ellos, aprender a controlarlos, convivir con los demás...
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Como aficionado al comic, además (por eso creo que "El protegido" es la mejor peli de superhéroes que se ha hecho jamás, con ese magistral discurso sobre los opuestos) debo agradecer el enorme trabajo que han hecho las cabezas pensantes que hay detrás de la serie, desde el creador y guionista Tim Kring al productor y guionista Jeph Loeb, este último de larga trayectoria vinculada al campo de la viñeta, habitualmente de la mano del dibujante Tim Sale, de quien son obra, por cierto, las ilustraciones que en la serie pinta el personaje de Isaac. Está más que claro que asistimos ante la primera serie que lleva un comic de superhéroes de forma realista ante el espectador... y de qué forma!!!
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Muchos espectadores no serán del todo conscientes de que están leyendo en la pantalla un cómic catódico y que están experimentando lo que a algunos nos hacía sentir un número múltiplo de 8 de páginas grapadas, con dibujicos impresos en papel no siempre de la mejor calidad, con tramas de colores en ocasiones hasta dolorosas, pero con historias llenas de fuerza, personajes intensos, argumentos dramáticos, momentos tiernos, alivios cómicos y sobre todo, la urgencia de que llegue pronto esa próxima entrega que nos queda siempre pendiente del "... to be continued".

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